Patatas a la importancia

Cortar las patatas en rodajas cuyo grosor sea de un centímetro aproximadamente, y añadirles una pizca de sal. Luego, rebozar en harina y huevo batido.

Una vez cubiertas con huevo y harina, freírlas en una sartén hasta que estén doradas por ambos lados. Cuando estén listas, colocarlas sobre un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.

Machacar en un mortero los ajos pelados con un poco de sal. Luego, agregar las hebras de azafrán y el vino blanco. Mezclar muy bien.

Saltear la cebolla picada en una sartén y añadir una cucharada de harina. Rehogar bien.

Añadir el ajo machacado, elaborado previamente y mezclar bien. Luego, agregar el caldo de pollo.

Incorporar las patatas de manera que queden cubiertas por el caldo y cocinar a fuego suave durante unos 15 minutos desde que rompe a hervir.

Servir las patatas a la importancia con un poco de perejil picado espolvoreado por encima.

Variantes

Como todo plato tradicional y clásico, las patatas a la importancia también tienen muchas variantes. Hay quienes prefieren cocinar las patatas antes de rebozarlas y freírlas, y otros acompañan este plato con unos huevos escalfados. Aquellos más osados, le agregan chorizo, taquitos de jamón o leche, y todas las variantes son una delicia y fáciles de preparar. Si bien es un plato económico, hay versiones un poco más sofisticadas y exóticas, como las patatas a la importancia con almejas. Esta receta también se puede reversionar poniendo las patatas ya fritas a remojo en un caldo de vino y queso manchego para luego llevarlas al horno. En otros casos, se añaden almendras tostadas y un poco de salsa de tomate.

Consejos y trucos 

Si bien se trata de una receta sencilla y con pocos ingredientes, si tenéis en cuenta algunos de estos trucos y consejos, seguramente el resultado sea perfecto. Prestad especial atención a la fritura de las patatas, pues se debe considerar que las mismas completarán su cocción una vez dentro del guiso junto con el caldo de pollo. Sin embargo, es importante que se doren, y para tener seguridad de su cocción, se puede simplemente pinchar con un tenedor y, en caso que por dentro esté dura, se debe dejar unos minutos más. Por eso, es muy importante que todas las rodajas de patatas estén cortadas con el mismo grosor.

La temperatura del aceite es fundamental en esta receta: no debe estar demasiado caliente y humeante, ya que se pueden quemar las patatas por fuera, pero tampoco debe estar tibio o un poco frío, pues las patatas quedarán blandas y absorberán más aceite del necesario.

Un buen consejo para evitar el exceso de aceite en las patatas, es colocarlas sobre papel de cocina en un plato o fuente, cuando ya estén listas. El papel ayuda a absorber todo el exceso de aceite y evita que el plato quede grasiento o aceitoso.

Si deseáis preparar una versión vegana, simplemente se debe reemplazar el caldo de pollo por uno de verduras. Para su rebozado, se puede también reemplazar el huevo mezclando la harina con un poco de agua, o bien, usar una bebida vegetal que se prefiera para humidificar las rodajas de patatas antes de empanarlas con la harina.

Si se tiene que cocinar mucha cantidad de patatas a la importancia a la vez, sugerimos que se utilicen dos cazuelas o sartenes para la parte final, y repartir en iguales cantidades las patatas, para que se cocinen todas a la vez y en un mismo punto.

Si sois de los que aman las patatas, no dejes de probar hacer en casa esta deliciosa receta, que es muy sencilla de preparar y deleitará los paladares de vuestros comensales.