Sangría de cava

En primer lugar, se debe trocear la fruta e introducirla en el recipiente o jarra adecuado para preparar allí toda la mezcla. Añadir los cubos de hielo. Se sugiere cortar toda la fruta de la misma forma para que tengan un tamaño similar.

En segundo lugar, se debe añadir la gaseosa de naranja, la de limón, el brandy y también el cointreau. Se recomienda mezclar todos estos ingredientes con una cuchara de madera, ya que de esta forma no se altera el sabor de la sangría. Una vez que se haya hecho una primera mezcla, se debe agregar el cava brut de a poco, para evitar generar mucha espuma en nuestra sangría.

Es en esta etapa en la que, si se desea, se puede agregar azúcar, según el gusto de cada uno, o si se desea una sangría bien dulce o más bien con el dulzor que ya tienen las frutas mismas. Vale decir que muchos prefieren no añadir azúcar extra ya que la fruta más las gaseosas de naranja y limón son lo suficientemente endulzantes.

Una vez lista nuestra mezcla, se sugiere dejar reposar la sangría durante unas dos horas como mínimo en la nevera, no sólo para beberla bien fría, sino también para que todos los sabores se desarrollen e integren entre sí.

Una vez reposada la sangría, ya podéis servirla en una jarra de vidrio con la cuchara de madera en la punta, para evitar que la fruta caiga en las copas de los comensales.

Variantes de sangría de cava

Con este sencillo paso a paso ya habéis aprendido a hacer una verdadera sangría de cava, que es deliciosa, refrescante y muy fácil de preparar. Sin embargo, cabe aclarar que esta receta es una variación de la sangría clásica, que también podéis aprender a prepararla ya que es muy sencilla.

También existen versiones de sangría con vino blanco, conocida como “sangría blanca”, e incluso existen sangrías que se pueden preparar con otros vinos espumosos, como por ejemplo el  champán, aunque por supuesto la sangría de cava es una de las nuestras versiones preferidas.

Otras variantes de esta sangría pueden prepararse modificando la cantidad de azúcar que se agregue, o incluso es posible no agregarle nada. Como mencionamos previamente, si se opta por no añadir azúcar, la sangría quedará muy bien debido a las propias azúcares naturales de la fruta utilizada, además de la gaseosa o zumo que se añada. A su vez, la sangría tendrá diferente sabor dependiendo del cava que se utilice. Es importante mencionar que algunos tienen más o menos azúcar que otros, e incluso, algunos tienden a ser más amargos.

Otras variedades de sangría de cava pueden diferir entre sí según el tipo de fruta que se añada, como por ejemplo manzanas, albaricoques o peras. Por supuesto, también es posible preparar sangrías con otros tipos de alcohol. Si sois de los que prefieren una bebida más intensa y menos ligera, podéis utilizar un triple seco o licor de naranja y combinarlo con brandy o vodka.

Consejos y trucos para preparar la sangría de cava perfecta 

Como una de las principales sugerencias, os recomendamos utilizar un cava extra brut o solo brut, en caso de no conseguir el primero y si lo que deseáis es conseguir una sangría con un toque de amargor y con mayor presencia.

En caso de que se prefiera obtener una sangría más dulce, la mejor opción para ello es utilizar un cava semiseco o, directamente, un cava dulce.

Si bien la sangría de cava se puede consumir ni bien se finalice la preparación, es muy importante dejarla reposar en la nevera y servir bien fría.