El solomillo es uno de los cortes más preciados en la cocina, gracias a su textura tierna y gusto delicado, y a su capacidad para absorber sabores, que lo hacen ideal para marinar, rellenar o bañar en salsas. Este corte proviene de una zona poco activa del animal, lo que explica su suavidad característica. Debido a que se presta a diferentes tipos de cocción, desde el horneado hasta el guisado, pasando por la parrilla y la cocción al vacío, resulta muy versátil como ingrediente de recetas tanto tradicionales como modernas. En este artículo, encontrarás 10 ideas para sorprender a tus invitados en estas fiestas y aprovechar al máximo este corte exquisito.
Solomillo de cerdo con foie gras y reducción de Oporto
Para esta receta deberás cortar un solomillo de cerdo en medallones, sellarlos a la plancha por ambos lados y colocar una porción de foie gras encima. Hornea unos minutos para terminar la cocción, controlando bien el tiempo para evitar que el cerdo se reseque. Para preparar la reducción, carameliza una chalota picada en una sartén y agrega vino de Oporto junto con una cucharada de azúcar moreno y una ramita de romero. Cocina a fuego bajo hasta que el líquido se reduzca a la mitad y adquiera una textura ligeramente espesa y se intensifique su sabor. Baña los medallones con la reducción y acompaña el plato con una guarnición de espárragos verdes salteados. Una opción sofisticada, ideal para ocasiones especiales.
Solomillo de cerdo a la pimienta verde
Esta receta es un clásico infalible de la cocina francesa, que destaca por su sabor ligeramente picante y su cremosidad. Primero, deberás cortar el solomillo en medallones, colocar aceite en una sartén amplia y dorarlos unos tres minutos por lado. Reserva los medallones y desglasa la sartén añadiendo brandy o coñac. Añade unos granos de pimienta verde y nata y cocina a fuego medio unos cinco minutos, revolviendo con frecuencia para evitar que la salsa se pegue. Reincorpora los medallones a la sartén con la salsa y continúa la cocción unos dos minutos, para que se impregnen de sabor sin cocinarse de más. Sirve y acompaña con verduras asadas o puré de papa.
Solomillo de cerdo con salsa de frutos rojos
La salsa agridulce es una excelente compañera del cerdo, ya que exalta sus sabores. Para preparar esta salsa de frutos rojos, mezcla los frutos (como arándanos, frambuesas, grosellas y moras), vino tinto, una cucharadita de miel, una pizca de sal y una ramita de romero para aromatizar. Cocina la mezcla a fuego medio durante unos 10 minutos, removiendo cada tanto, hasta que espese ligeramente y las frutas suelten sus jugos. Para evitar que el solomillo se reseque, corta medallones gruesos, dóralos en una sartén a fuego medio y cocínalos al punto justo. Sírvelos bañadas con la salsa y decora con algunas frutas frescas para añadir color.
Solomillo de cerdo con salsa de trufa y puré de apionabo
Esta combinación es una de las más gourmet que puedes elegir, ideal para las fiestas si tus comensales son de paladar exigente. Primero, prepara el puré con papas y apionabos mezclados con nata líquida, mantequilla, sal y nuez moscada para obtener una textura cremosa. Luego prepara los medallones de solomillo salpimentados a la plancha y reserva. Desglasa la sartén con el caldo de la carne, añade nata y una cucharadita de pasta de trufa o trufa rallada y cocina unos minutos hasta que la salsa espese. Como alternativa a la trufa fresca, puedes utilizar aceite de trufa, añadiendo unas gotas antes de servir para intensificar el aroma. Salpimienta a gusto y sirve sobre los medallones con la guarnición de puré.
Solomillo de cerdo con salsa de queso azul y nueces
Los quesos azules y las frutas secas forman un dúo infalible en la preparación de salsas para carnes, y el solomillo, por su sabor delicado, queda muy bien acompañado con esta propuesta, que además aporta una textura crocante con la adición de las nueces. Te recomendamos utilizar un queso azul suave, como el gorgonzola, el stilton o el roquefort, para que no predomine su sabor en el plato, y acompañar con puré de batata o una ensalada verde.
Solomillo de cerdo en salsa de almendras
Para preparar esta salsa, de sabor delicado y cremoso, mezcla almendras molidas, ajo, cebolla, caldo de pollo y nata. Para potenciar el sabor, tuesta ligeramente las almendras antes de molerlas, lo que les dará un aroma más marcado y un color dorado. Deja cocinar unos minutos a fuego medio hasta que la salsa se reduzca un poco y espese, removiendo para evitar que se pegue. Si quieres darle una textura más suave, puedes pasar la salsa por un colador o triturarla con una batidora de mano. Corta el solomillo en medallones uniformes, cocínalos a la plancha hasta dorarlos por ambos lados, y sírvelos cubiertos de esta salsa, acompañados de papas al horno o un puré cremoso de batata como alternativa.
Brochetas de solomillo de cerdo marinadas
Esta receta funciona muy bien como aperitivo o entrante (en porciones pequeñas) o bien como plato principal. Para preparar las brochetas, deberás primero dejar marinar aproximadamente una hora el solomillo en cubos en una mezcla de salsa de soja, miel, ajo y aceite. Puedes experimentar con sabores mediterráneos, haciendo una mezcla de limón, ajo y hierbas frescas, o bien con sabores asiáticos, agregando jengibre rallado y unas gotas de aceite de sésamo. O también con algunas opciones más osadas: mostaza antigua y miel para un sabor agridulce o yogur, cúrcuma y comino si prefieres un toque especiado al estilo hindú. La carne también puede dejarse marinando toda la noche en la nevera para que el sabor resulte más intenso. Ensarta los trozos de carne alternándolos con trozos de pimiento verde y rojo y cebolla morada en los palillos. También puedes variar las verduras: prueba con champiñones, calabacín o incluso trozos de piña para un contraste dulce. Cocina las brochetas en una parrilla, en el horno con función grill o incluso en una sartén acanalada, asegurándote de pincelarlas con un poco de aceite para que no se sequen. Sirve acompañadas de hummus, tabulé o una vinagreta ligera para complementar los sabores, y también con ensalada fresca, arroz blanco o rodajas de pan de campo.
Solomillo de cerdo al horno con salvia y manzana
El sabor ligeramente agrio de la manzana queda muy bien con el cerdo, ya sea en forma de puré o, como en esta receta, para rellenar la carne. Para preparar el relleno, corta las manzanas en cubos, saltea con un poco de mantequilla y agrega la salvia picada. Coloca todo dentro del solomillo y ciérralo cosiéndolo o atándolo con hilo de cocina. La cocción suave al horno, junto con un tiempo de reposo después del horneado, ayudarán a conservar los jugos y hacer que el resultado sea realmente sabroso. Puedes ver todos los pasos de la receta y los tiempos de cocción aquí.
Solomillo de cerdo con salsa de setas y vino blanco
Para la preparación de esta deliciosa alternativa de sabores terrosos y aromáticos, primero deberás saltear las setas con ajo en aceite de oliva hasta que estén doradas, y luego mezclarlas con una reducción de vino blanco y nata para obtener una textura cremosa y rica. Puedes optar por setas frescas, como champiñones, boletus o shiitake, o utilizar setas secas, hidratándolas previamente en agua caliente para potenciar su sabor concentrado. Sirve la salsa caliente para bañar el solomillo, decora con tomillo fresco o perejil picado, y acompaña con papas noisette.
Solomillo de cerdo en costra de hierbas y frutos secos
Para elaborar esta receta, comienza creando una mezcla de pan rallado con almendras o pistachos finamente troceados y hierbas aromáticas frescas (como romero, tomillo y perejil). Extiende sobre el solomillo una capa uniforme de mostaza de Dijon mezclada con miel, asegurándote de cubrir toda la superficie. Después, reboza el solomillo con la mezcla de pan rallado, presionando para que quede bien adherido. Coloca la carne en una fuente de horno y cocina durante aproximadamente 20 minutos, o hasta que la costra esté crujiente y dorada. Para garantizar el punto exacto de cocción, utiliza un termómetro de cocina y retira el solomillo del horno cuando alcance una temperatura interna de 65 °C. Deja reposar durante unos minutos para que los jugos se asienten y sirve acompañado de una guarnición al gusto, como una ensalada fresca de rúcula y granada o un cremoso gratinado de patatas.
Anímate a probar estas recetas y a darles tu toque personal, combinando tradición y creatividad para deleitar a tus invitados en estas fiestas.