Algunas historias de chefs nos inspiran y otras lo ponen todo en perspectiva. Así es la historia de la chef Ksenia Amber, originaria de Odesa (Ucrania), cuya vida dio un vuelco en el espacio de unos pocos días y, pese a todo, sigue adelante sin inmutarse, utilizando su formación y sus habilidades para concienciar y recaudar fondos para los ucranianos que han tenido que emigrar a distintos países de Europa.
Cuando Amber subió al escenario durante el Identità Golose en Milán, Italia, de este año no había muchos asistentes (su intervención coincidió con la de algunos de los nombres más conocidos), pero los presentes estaban totalmente comprometidos. Amber subió al escenario entre fuertes aplausos como muestra de solidaridad y la chef estaba claramente emocionada.
Cuando Fine Dining Lovers habló con ella, nos contó que justo antes de subir al escenario se había enterado de que su ciudad natal, Odesa, donde están su familia, su marido y su madre, estaba siendo atacada con misiles.
"No sabemos cuándo terminará todo. Durante mi presentación estaba muy emocionada porque mi marido acababa de enviarme un mensaje de texto diciendo que habían caído dos bombas en Odesa", dice.
"Cuando todo empezó, estaba en Kiev. Estaba dando un par de clases magistrales a cocineros locales: lo básico, habilidades con el cuchillo, salsas... Teníamos planeados tres días de clases, pero sólo pudimos dar dos, porque el 24 de febrero empezó todo. Mi cuñado me llamó a primera hora de la mañana y me dijo 'súbete al coche y vete a Odesa'".
"Así que nos metimos en el coche con mi marido y mi sous chef y condujimos durante doce horas, en lugar de las cuatro habituales de Kiev a Odesa, porque sólo quería abrazar a mi familia. Fue estresante, porque cerca, en las carreteras, había tanques, y aunque eran ucranianos no es algo que se vea todos los días".
Amber agotó todos los productos de su restaurante para cocinar para los soldados y civiles que iban a defender Ucrania, pero luego tuvo que cerrarlo todo. Empezó a cocinar con su madre desde su apartamento para alimentar y reconfortar a las madres y abuelos solitarios que acababan de despedirse de sus hijos, nietos y maridos que partían hacia el frente.
"Debido a la situación militar, los hombres de cierta edad no pueden salir del país. Mi marido no puede salir del país y mi familia sigue en Odesa. Mi madre sigue trabajando y no quiere abandonar el país. Mi padre está jubilado ya, pero tienen su casa y su jardín y mi madre dice 'no, me quedaré en casa'".
"Mi abuela fue víctima del Holocausto cuando tenía cuatro años y no se puede creer que esto esté pasando ahora. ¿Otra vez?"
Como tantos ucranianos, Amber está sola, una extranjera en una tierra extraña, separada de su familia, de su querido restaurante en Odesa, Slow Piggy, y de su equipo. Pero por encima de todo ella es una chef, y los chefs necesitan cocinar. Utiliza sus habilidades culinarias para ayudar en la lucha para recaudar fondos, trabajando con la organización sin ánimo de lucro World Central Kitchen de José Andrés.
Al principio, fue el equipo del restaurante Jaxana de Tenerife y el chef ucraniano Aleksey Prokopiv quienes involucraron a Amber en la iniciativa de apoyar a Ucrania y recaudar fondos para World Central Kitchen. La iniciativa ha llevado a Amber desde Odesa hasta la frontera entre Rumanía y Ucrania, y hasta Madrid y Santa Cruz. Hasta ahora ha sido un éxito, pero también le ha abierto los ojos.
"Me quedé conmocionada, porque todos estos desconocidos, gente a la que nunca había visto, me apoyaron lo indecible. Me ayudaron a seguir adelante y eso ha sido muy importante para nosotros", dice.
"Es una locura lo mucho que los europeos han apoyado a los ucranianos. Estuve en un centro de refugiados en Madrid lleno de familias que querían ayudar. Todo el mundo quiere ayudar a los ucranianos. Los ucranianos estamos muy agradecidos, no sabemos cómo daros las gracias".
A continuación, Amber viajará al Festival de Eurovisión, que este año se celebrará en Turín, Italia, del 10 al 14 de mayo. Hará cinco cenas benéficas con cinco chefs diferentes: cocina fusión con platos tradicionales ucranianos. Los chefs jugarán con el pollo a la Kiev y las chuletas de pollo y compartirán sus experiencias.
A pesar del peso de su reciente experiencia, Amber no se desanima. Le gusta hablar de algunos de los héroes que conoció mientras viajaba para hacer su labor benéfica.
"Antes vivía y trabajaba en Estados Unidos, así que es un poco inusual para mí hablar con chefs europeos. Hay un chef, René Redzepi, al que sólo conocía por la televisión, y le dije "¿puedo tocarte?", y él dijo "pues claro"".
Amber estudió en el Culinary Institute of America, por lo que le encantan los chefs estadounidenses, pero destaca a uno en particular. "Sin duda Anthony Bourdain lo fue todo para mí", dice. "Cuando empecé era el gran aventurero".